lunes, 8 de marzo de 2010

Tu

El sol despeja el cielo de gris.
Tú, bajo una desglosada nube.
No entiendo que hay que hacer
para pensar, y caer sobre ti.

Aquí arriba casi no hay aire.
Casi no hay aire aquí arriba.

Y ahora que te vas, no se que hacer. No se gritar.
Y no puedes entender la manera en la que te recuerdo.

Piensas.

Piensas en mí, como la blanca nube del cielo.
Es tiempo de hacer algo al respecto.
Tiempo de romper el nido.

Puedo verte, tan lejos que no puedo verte.

Ella. La nube. Estás pensando en ti,
tal como yo pienso en ti.

Y el sonido de los rayos ultra violeta
se silencia y la temperatura se cae.

Puedo ver tan lejos.

Lejos, donde sea.
Estaré ahí donde pueda verte.
No importa si tú no puedes percatarte
de que estoy saltando una a una las gotas de lluvia,
bajando una escalera transparente y cristalina.

Y espero ser yo la diminuta porción de agua
que rebote sobre tu mano y sienta tu calidez.

Bajando pasito a pasito la lluvia, estás al final del camino. De este camino nublado y relativo.
Bajando pasito a pasito la lluvia, estás al final del camino. De este camino nublado y relativo.

De este camino un laberinto me confunde.
Bajando la lluvia con mis pies atados.
Esta lluvia involucra lo que me haces sentir.

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