miércoles, 3 de febrero de 2010

No hay nada más peligroso que andar en bicicleta por primera vez

Hay un hombre cerca de mí.
Crece y se hace más fuerte a cada segundo.
No se como combatirlo ni como silenciarlo.
Eh perdido el poder en mis labios para decir “estoy bien”.

Si tienes algo que decir, dilo ahora,
luego será tarde. Yo ya habré muerto.
Aunque la luz me entregue a tus sombras con piel,
no basta para hacerme regresar a la vida.

Ahora no tengo importancia en el mundo,
no me alcanzan los latidos para subsistir.

Las lanzas me cubren el rostro.

Pierdo el sentido común a cada momento en que pienso.
Yo pienso que nada de esto importa al final.

Al final mis fuerzas se cayeron de mis brazos,
mis brazos se petrificaron sin remedio.

Y aquel hombre me ah comido toda la vida de mis manos.
No hay vegetales tan callados como yo,
ni tan quietos como yo.

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