sábado, 5 de diciembre de 2009

Interludio

Quiero ver mi ataúd,
sentir a los gusanos bailando en mis pies,
encontrar mi yo ilusorio,
mi vida, mi cariño, son mis únicos placeres.

Quiero encontrarme en mi cama,
busco el calor escondido bajo mis sabanas,
en mi colchón hace falta lustre, falta vida,
tomaste mi alma y la hundiste en mi futuro.

Ignoro porqué pasan las cosas,
pero me siento perdido,
a la derecha del vuelo,
veo nubes,
veo personas,
veo gente,
veo masas,
veo psiquiatras,
veo profesores.

Encontré mi perdido,
encontré al ahuyentado,
Aullando como lobo de montaña.
Es la primera vez que el sonido de un animal me calma las piernas.

Me lavo las manos, abrazo al frío del agua toda mañana,
Me visto, con el pintor del sueño navegando mis ojos al revés,
No lo quiero, lo detesto, regreso al baño a ahogarme con el recuerdo.
Lo detesto, lo odio, es todo lo que puedo decir.

Estoy mudo, estoy cansado de hablar sobre anzuelos,
necesito saborear el pan tostado con mantequilla a mi manera,
sin quemar, sin llorar, sin metal, sin rock, busco música menos ruidosa en momentos como este.
Lo dije, lo repito, pero estoy mudo, aún así, quiero mi ataúd.

Veneno menos peligroso, cuanto te extraño,
es difícil construir cada paso en el cemento, más no fresco,
Dilo, yo escucho, abrázame, yo me desmayo.
Salgo de la casa, hace más frío que en ese lugar.

Estoy ciego, olvidé a mi perro, mi compañero,
El aire corta dulce como una falsa sonrisa.
Es tarde para mi, no veo la otra calle,
estoy aburrido, donde valla hay ambiente apestoso,
está todo en tus manos, amiga me despido.

No hay comentarios: